Hace tiempo que quería hacer un Taller de teatro diferente. Fue en Solentiname, un archipiélago nicaraguense, me dijeron que allí la gente vivía de la artesanía y que eran amantes de la poesía. Imaginé una buena combinación... Así fue... Allá me planté. Mancarrón, es la isla más grande, al llegar me puse en contacto con un grupo de jóvenes que hacen actividades diversas. El Taller era al aire libre, empezamos con juegos simples, el sonido de las risas y la novedad, atraía cada día a niños de diferentes edades, después juegos dramáticos con pautas muy precisas... acabamos con una mini representación de poesías. Espero que la semilla que plantamos juntos, florezca, la semilla de saber que practicando, estudiando y trabajando se puede aprender todo lo que uno quiera... Fue precioso .
Foto en grupo del último día, con todos los chicos y chicas y también con Sergio, que trabajaba con ellos y Esther, una artista catalana que también andaba por allí y que participó en el Taller.
Con la pequeña Valentina
Edu y Sergio, mis amigos mejicanos. Antes de llegar a Solentiname, viajamos juntos a Ometepe y creo que nunca me había reído tanto...
